Muchos como padres de familia nos preguntamos ¿por qué razón nuestro bebé vomita a menudo después de alimentarse? ¿Es razón para preocuparme? ¿Será que el bebé tiene problemas de digestión? ¿Puede el bebé ser alérgico a la leche materna? Todas esas preguntas tienen respuesta. La realidad es que en la mayoría de los casos y cerca de los dos meses de edad, alrededor de un 50% de los bebés presenta un promedio de 2 regurgitaciones por día, situación considerada normal y que va cediendo a medida que los niños se acercan al primer año de vida. Esto principalmente porque los lactantes tiene condiciones especiales para presentar reflujo fisiológico o normal. Entre estas condiciones se pueden mencionar la postura en la que permanecen la mayor parte del tiempo : acostados o reclinados en brazos. Entonces, ¿Cuándo se convirte en una enfermedad por la cual deba preocuparme? Ante la sospecha de enfermedad por reflujo, lo primero que debe hacer es consultar con el médico del niño para valuar la historia clínica. Este paso es muy relevante ya que el médico puede determinar si la técnica de alimentación es adecuada, ya que muchas veces un niño puede vomitar frecuentemente porque al amamantarlo la madre lo coloca en una posición inadecuada, porque no facilita la expulsión de gases en el niño o porque luego de haber sido alimentado lo mueve mucho. Para determinar enfermedad por reflujo gastroesofagico patológico como se ha denominado a esta enfemedad para diferenciarla del reflujo fisiológico-deben darse ciertas condiciones de frecuencia, intensidad y otros síntomas secundarios asociados en el niño. Producto de vómitos intensos y frecuentes, los menores comienzan a comprometer su desarrollo pondoestatural, es decir; empiezan a tener una alza de peso y talla ponderal insuficiente.
- Complicaciones de un Reflujo Patológico
Los niños que sufren reflujo patológico rechazan la alimentación, son irritables y lloran con facilidad, ya que por ejemplo, pueden ser afectados por cuadros de esofagitis, que se caracteriza por dolor e incluso sangramiento de la pared del intestino, porque el contenido gástrico que asciende por el esófago, es rico en ácido clorhídrico, lo que produce su irritación. Incluso la inflamación del estómago puede provocar estenosis o estrechéz del mismo y la formación de úlceras que finalmente lleva a un problema de alimentación conocido como disfagia, es decir dificultad para tragar. Asimismo, el ascenso del contenido ácido en la parte alta del sistema respiratorio puede provocar cuadros de laringitis, bronconeumonía y bronquitis obstructiva a repetición por micro aspiraciones y producto de ello, apneas, es decir espisodios de ausencia de respiración.
¿Cuáles son los síntomas de reflujo patológico? • Alza de peso y talla insuficientes • Rechazo de la alimentación • Irritabilidad y llanto • Laringitis, bronconeumonía y bronquitis obstructivas a repetición • Hemorragia digestiva • Crisis de Apnea.